lunes, septiembre 25, 2006

Rebuznar

Si los fanáticos no hubieran reaccionado ante el discurso del Papa como les es propio, su discurso no hubiera sido tan estudiado ni comentado y su repudio de la violencia hubiera pasado más desapercibido. Hay que pensar, entonces, que su cita pudo haber sido meticulosamente estudiada y meditada. Ofrece una disculpa fácil, puesto que al Papa no la hizo suya, y mediante ésta se recalca la oposición a la violencia. Por violencia no hay que entender sólo la física, sino todo intento de imponer las ideas por caminos distintos a los del diálogo.
El discurso ha merecido comentarios y análisis de todos los colores y también lo que se podría considerar un rebuzno. Hay quien cayó, sin querer, fuera de los senderos de la modestia, que tan apropiados resultan para todos y se dejó conquistar por los delirios de grandeza y por la petulancia. Y también por el egoísmo, puesto que sólo piensa en sí mismo y no en el bien de su país y ni siquiera en el de su partido, que saldrían ganando con su silencio.
Cada uno debe saber cuando ha terminado su hora y es tiempo de dejar que sean otros los que continúen la labor. Hay muchas cosas en la vida de las que ocuparse o con las que matar el tiempo, si es que a uno le sobra. No necesita ayudas de ese tipo el Papa, que ya tiene, por otra parte, un amplio equipo de colaboradores.


Sinarcas, sin misa

Dos fotos valencianas

'Adiós, depresión'

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

maQuerido Vicente, qué razón tienes!
(Aunque en lo que dices de la política interna espanola, ahí no me meto, porque no sé nada de ello, confío en tu buen juicio). Te pondría ahora mismo un enlace, pero tengo problemas con Blogger, así que tendrá que ser manana. Un fuerte abrazo.