viernes, septiembre 15, 2006

40 000 pozos ilegales

El agua es un bien fundamental y escaso, por tal motivo no debería ser motivo de polémica ni disputa, sino que los partidos, o por lo menos los grandes, deberían consensuar todo lo relativo a este asunto. Lo que ha ocurrido es lo contrario, se ha convertido en arma electoral y hemos tenido que enterarnos de que algunos estatutos pretenden blindar los ríos; y digo pretenden porque tengo a la vista la definición del DRAE del verbo blindar.
Aparte de esas lindezas, dentro del nuevo modo de entender la democracia y la solidaridad, está el patente sectarismo de la ministra, capaz de derogar un trasvase, por decreto, sin diálogo y sin pacto, y sustituirlo por desaladoras, con la salmuera que producen. Por el otro lado, está la decidida utilización de este asunto como arma electoral, de modo que cada partido tiene en el agua una carta con la que trata de arrancar nuestro voto. No parece que haya interés, por parte de ningún partido, de sentarse a buscar y discutir entre todos, soluciones que sean duraderas, por justas y equilibradas. A los políticos sólo les importa el ahora, el tiempo en el que ellos están en la política.
Mientras tanto,
hay 40 000 pozos ilegales en Castilla-La Mancha. El presidente de esta Comunidad Autónoma dijo no hace mucho que si saben defender sus intereses, serán respetados. A qué extremos estamos llegando.

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