miércoles, septiembre 06, 2006

Tony Blair

Es frecuente que se diga que tal o cual país, Portugal, Inglaterra o Polonia, por ejemplo, es una gran nación. Incluso De Gaulle se refirió a la grandeur de la France. Imagino que alguien le taparía un ojo mientras lo decía. Creo que no será necesario que explique de nuevo que soy de la opinión de que a los países los hacen las circunstancias. El calificativo que otorga mayor o menor grandeza debería aplicarse sólo a las personas. Digo esto porque Tony Blair no parece que pueda continuar su mandato a causa de haberse aliado con Bush en la guerra de Iraq.
Pero cualquiera que hubiera sido el primer ministro inglés hubiera hecho lo mismo; parece imposible imaginar otra cosa. A los ingleses les gusta hacer parecer las cosas como ellos quisieran que fueran. Presumen de que no tienen constitución escrita y si no la escriben no será por pereza, porque vagos no son. Hay que pensar que no les conviene escribirla, pero entonces no deberían presumir de ello. Son pragmáticos, la policía puede asesinar a un ciudadano brasileño y luego decir que lo confundió con un terrorista y no pasa nada. Eso creo que no podría ocurrir en España. Quizá nuestras circunstancias no nos creado ese defecto o vicio, que evidentemente los ingleses no consideran tal.
Tony Blair no podrá cumplir su sueño de gobernar durante diez años. Los políticos, ingleses, españoles, estadounidenses, etc., suelen soñar cosas raras. Los menos demócratas, como Chávez, no lo sueñan, sino que se lo proponen y no se quedan en los diez comentados años.
Los ciudadanos deberíamos limitarnos a soñar con políticos a los que importe mucho menos durar que hacer bien su labor.


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