Las horas de trabajo y la productividad

Resulta que la Oficina Estadística Europea viene a decirnos algo que ya sabíamos o intuíamos. Los españoles trabajamos más horas que el europeo medio. Pese a ello, nuestra productividad es bastante inferior. Un futuro trabajador español, durante el tiempo en que recibe la formación que le permitirá después acceder al mercado del trabajo, estudia o aprende lo que quienes pueden han decidido que haya que estudiar o aprender. Una vez en el trabajo, hay que hacer horas extras, muchas sin remunerar.
Los empresarios, en sus comunicaciones internas, por lo poco que sé del asunto, hablan como si fueran dioses. No ofrecen otra opción que el asentimiento. Lo que deciden siempre es lo mejor. Y si una decisión suya corrige otra anterior, ésta fue la mejor en su momento. Da la impresión de que piden eficiencia; pero se sabe que antes de la eficiencia prefieren la obsecuencia.
Vengo diciendo de los políticos que no les suele cundir el trabajo, y a los que no tienen cargo menos, porque lo que de verdad les interesa es caer bien a los líderes del partido. Quizá en las empresas ocurra lo mismo.
De modo que, en este estado de cosas, aprovechar los datos de esta estadística para exigir que se abarate el despido es como pedir que arrecie la lluvia de palos al burro para que ande más.

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