Hay cosas por las que los seres humanos no deberían pasar. Son aquellas que no suceden inevitablemente en la vida, sino que surgen de la maldad humana. En el mundo laboral la cuestión es inevitablemente peor. Hay muchas cosas en juego y quien paga las nóminas, a veces, cree que tiene más derechos de los que realmente le otorga el contrato laboral; y quien la percibe, generalmente, no tiene otra opción que adaptarse a lo que disponen los dirigentes empresariales, aunque se trate de algo irracional. Cuanto menor es la calidad moral de los dirigentes, más turbio es el clima laboral de sus empresas. Para muchos es normal actuar así, máxime al resultar premiados y condecorados a veces, dados los éxitos ecónomicos que logran. Pero en esta vida las cosas no siempre son como parecen. Ya conté el caso de aquellas dos personas, que espontáneamente, primero una y luego otra, arriesgaron sus vidas para socorrer a otras. Ni pretendieron ni obtuvieron ningún premio. Explicó Cervantes que más vale merecer que alcanzar.
El anteriormente citado clima laboral en las empresas y centros de trabajo no es ninguna exageración. No hay más que ver la literatura que ha motivado el acoso moral en el trabajo. Y no sólo literatura. Poco a poco se van produciendo fallos judiciales que condenan estos comportamientos. El Supremo acaba de emitir una nueva sentencia en la que considera como accidente laboral el estrés. Son muchos los que han muerto por infarto producido por el estrés, sin que los causantes hayan sentido el menor remordimiento. Deberían ir teniendo presente éstos que cuando la justicia comienza un camino, acaba llegando al final, por lo que en un futuro todos estos modos de proceder estarán tipificados y penados. Quienes incurren en ellos pueden darse por moralmente condenados, aunque en la práctica este hecho no se produzca nunca.
El Planeta de los niños
El acoso moral, otra vez
`Doña Jimena´
El anteriormente citado clima laboral en las empresas y centros de trabajo no es ninguna exageración. No hay más que ver la literatura que ha motivado el acoso moral en el trabajo. Y no sólo literatura. Poco a poco se van produciendo fallos judiciales que condenan estos comportamientos. El Supremo acaba de emitir una nueva sentencia en la que considera como accidente laboral el estrés. Son muchos los que han muerto por infarto producido por el estrés, sin que los causantes hayan sentido el menor remordimiento. Deberían ir teniendo presente éstos que cuando la justicia comienza un camino, acaba llegando al final, por lo que en un futuro todos estos modos de proceder estarán tipificados y penados. Quienes incurren en ellos pueden darse por moralmente condenados, aunque en la práctica este hecho no se produzca nunca.
El Planeta de los niños
El acoso moral, otra vez
`Doña Jimena´
1 comentario:
Amiable dispatch and this enter helped me alot in my college assignement. Thank you on your information.
Publicar un comentario