La CV y las encuestas

Al parecer, las encuestas señalan que en las próximas elecciones en la Comunidad Valenciana el PP obtendrá una cómoda victoria. Esto, aunque llene de alegría a muchos, no es bueno para los valencianos, pues la ausencia de inquietud en los populares puede llevar a que repitan en sus cargos quienes han hecho méritos más que suficientes para ser relevados; para que a los pelotas les baste con la coba para conservar su coche oficial.
Para que las cosas funcionen bien son necesarios, al menos, dos partidos. Uno que gobierne y otro que controle. Pero si el que está llamado a controlar no logra conectar con el electorado, el que está en el poder tiene libre la vía.
El partido socialista valenciano está empeñado en imponer sus criterios a la gente, en lugar de hacer lo que deben, que es servir al pueblo. El camino más corto que tendría el partido socialista para recuperar terreno consistiría en proponer la derogación de la AVL, el invento de Zaplana. Ésto, por sí solo, ya pondría de los nervios al PP. Y luego podría estudiar los motivos por los que González Lizondo obtuvo tantos votos, teniendo el equipo que tenía. Por que yo no sé hasta dónde hubiera podido llegar si hubiera sido algo más culto y hubiera tenido un equipo de colaboradores adecuado. No vale la pena investigar sobre caída de UV, porque de ahí no obtendrían ningún dato útil. Y por otra parte, para saber porqué se produjo basta con fijarse en quienes componían ese equipo de GL y si, además, se le pregunta al antes citado Zaplana, puede que éste responda con una sonrisa de oreja a oreja. La cuestión es que en aquél ascenso electoral de UV están los datos para entender al pueblo valenciano sin demasiado esfuerzo.

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