lunes, octubre 02, 2006

Acerca de la UE

Ahora se dice que la ampliación europea se hizo apresuradamente y no es así, lo que no avanza a su debido ritmo es el proceso que debería desembocar en la unión europea plena. Da la impresión de que se deja que la inercia haga su labor. Ni España, ni Alemania, ni Francia, pueden defender por sí solas el estado del bienestar. Ninguna nación europea, puede ella sola, enfrentar el gran fenómeno inmigratorio que se avecina. La Unión Europea se hace porque no hay más remedio, pero hacen falta estadistas de verdad que capten que no hay otra posibilidad y aceleren el proceso. Y es evidente que no se puede dejar fuera a los países que deseen entrar y se comprometan a aceptar las condiciones que obviamente hay que exigir. Y esto debería tenerse en cuenta también en el caso de Turquía. El freno de la tan necesaria unidad viene por la parte de los nacionalismos, que tan nefastos suelen resultar. Las naciones han de estar al servicio de las personas y no al revés. Si a las personas les conviene que las naciones pierdan sus prerrogativas, o parte de ellas, las deben perder.
Por otro lado, no hay que olvidar a las generaciones venideras. Entorpecer la Unión Europea puede ser momentáneamente bueno, según determinados criterios, pero no debería caber ninguna duda de que conviene, si se piensa en el futuro, acelerar dicha Unión, utilizando los criterios más limpios y nobles que de que sean capaces los negociadores.



Elena Dasí Sánchez

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