El lema de la campaña que han elegido los socialistas catalanes es de una grosería atroz, de una beligerancia extrema y de un mal gusto atosigante. Se vuelve a presentar al rival político como enemigo y la política vuelve a ser, una vez más, como la guerra, en la que vale todo. No importa si con estas campañas se dificulta la vida ordinaria de los simpatizantes del partido contrario. Hay que encender los ánimos de la gente, hay que enardecerles, porque de ello depende el modo de vida de la clase política.
No obstante, que Maragall y Montilla optaran por este lema no es extraño, ya venían haciendo cosas más o menos similares. Pero el hecho de que Zapatero inste a Rajoy a que enseñe a su partido a respetar a Cataluña le pone al mismo nivel que los anteriores. Podría haber dicho que el PP no entiende a Cataluña, o que no termina de penetrar en su idiosincrasia. Decir que no respeta a Cataluña es particularmente grave. ¿No respeta a Cataluña y se está tomando tantas molestias con Cataluña? ¿No son catalanes los militantes del PP catalán? ¿No tienen derecho a tener sus propias ideas?
Todos ganáriamos más si la política se hiciese de modo sosegado o sin que la vehemencia traspasase los límites de la educación y el buen gusto.
Omar el vikingo
Doña Rosario y Carlos Fonseca
Los auténticos códigos de Leonardo
También en Periodista Digital
No obstante, que Maragall y Montilla optaran por este lema no es extraño, ya venían haciendo cosas más o menos similares. Pero el hecho de que Zapatero inste a Rajoy a que enseñe a su partido a respetar a Cataluña le pone al mismo nivel que los anteriores. Podría haber dicho que el PP no entiende a Cataluña, o que no termina de penetrar en su idiosincrasia. Decir que no respeta a Cataluña es particularmente grave. ¿No respeta a Cataluña y se está tomando tantas molestias con Cataluña? ¿No son catalanes los militantes del PP catalán? ¿No tienen derecho a tener sus propias ideas?
Todos ganáriamos más si la política se hiciese de modo sosegado o sin que la vehemencia traspasase los límites de la educación y el buen gusto.
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