El Plan de Paz y Convivencia que pretende aprobar el gobierno vasco contiene una serie de medidas que, según informa el diario El País, aúna los derechos para presos y víctimas.
Y es que ahora que ETA ha dejado de matar se conoce que es el momento de acordarse de las víctimas del terrorismo. Se pretenden medidas que debieron haber sido cotidianas desde los primeros atentados. No es que esas medidas estén de más, es que Ibarretxe debería comenzar disculpándose por no haberlas tomado antes.
La recuperación de la memoria histórica, que es otra de las medidas, no parece mala idea, por supuesto que no; lo que ocurre es que en manos de los nacionalistas suena más a manipulación y tergiversación que a recuperación. La reparación a las víctimas del franquismo no debería tener nada que ver con este asunto. Franco murió en el año 1975 y fue más o menos en ese tiempo cuando debió comenzar ese proceso y en caso de que en estos momentos no estuviera terminado aún, debería seguir su ritmo independientemente de cualquier otra cuestión.
La defensa de las libertades en el País Vasco pasa indefectiblemente por acabar con ETA y dejar que cada uno piense y vote lo que quiera, dentro del marco legal, por supuesto.
Si ETA realmente desaparece y se comprueba de modo fehaciente que ya no existe y no distorsiona el modo de vida de los ciudadanos honrados, no debería haber ningún inconveniente en acercar al País Vasco a los presos etarras, e incluso incluirles en el menú bacalao al pil-pil de vez en cuando. Pero para ello no es necesario montar ningún numerito grandilocuente.
Tener los votos que permiten gobernar no es sinónimo de tener la razón, ni el mejor programa ni de que se es buena persona.
Evo Morales, un símbolo inquietante
Carmen Valencia
Depilación
También en Periodista Digital
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La recuperación de la memoria histórica, que es otra de las medidas, no parece mala idea, por supuesto que no; lo que ocurre es que en manos de los nacionalistas suena más a manipulación y tergiversación que a recuperación. La reparación a las víctimas del franquismo no debería tener nada que ver con este asunto. Franco murió en el año 1975 y fue más o menos en ese tiempo cuando debió comenzar ese proceso y en caso de que en estos momentos no estuviera terminado aún, debería seguir su ritmo independientemente de cualquier otra cuestión.
La defensa de las libertades en el País Vasco pasa indefectiblemente por acabar con ETA y dejar que cada uno piense y vote lo que quiera, dentro del marco legal, por supuesto.
Si ETA realmente desaparece y se comprueba de modo fehaciente que ya no existe y no distorsiona el modo de vida de los ciudadanos honrados, no debería haber ningún inconveniente en acercar al País Vasco a los presos etarras, e incluso incluirles en el menú bacalao al pil-pil de vez en cuando. Pero para ello no es necesario montar ningún numerito grandilocuente.
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