sábado, mayo 27, 2006

Dopaje en el ciclismo

No debe de haber sorprendido a nadie la noticia de que se ha descubierto una red de dopaje en el mundo del ciclismo. Desde hace mucho tiempo, los ciclistas dicen que es imposible correr las grandes vueltas sin tomar nada. Añaden que toman productos permitidos. Para terminar el panorama tenemos la gran cantidad de casos detectados y sancionados. La certeza de que, por parte de los deliencuentes, se busca por todos los medios encontrar métodos para eludir los controles de las autoridades. Y la seguridad de que algunos tipos de estimulantes son indetectables. Con todo ello, se programan carreras durísimas, durante las que tienen lugar hazañas de todo género. La cantidad de material incautado indica que deben de ser muchos los ciclistas que incurren en estas prácticas.
Se da cuenta también de las cantidades que cobraban los médicos por estos trabajos. Sin entrar a valorar la culpabilidad o inocencia de los implicados, que pueda ocurrir algo así es atroz. El médico, que debería curar y, en su caso, disuadir a su cliente de estas prácticas, advirtiéndole de los riesgos en que incurre, resulta que cobra cantidades astronómicas por hacer lo contrario.
Se mueve mucho dinero en las carreras; éstas también sirven de trampolín para que muchas personas logren protagonismo; el público tiene totalmente vueltos los ojos a los ídolos del deporte. Todo sirve de excusa para que nadie haga nada hasta que no hayan pruebas concretas. Ya salieron estas pruebas.
Los españoles tenemos a Bahamontes, que fue capaz de ganar el Tour y bastantes cosas más. Nació en 1928 y creo que todavía vive. ¿Llegarán muchos ciclistas de hoy a la edad que tiene él ahora?

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