viernes, mayo 12, 2006

Tiempo de cambios

Comenzó con la promesa de Zapatero a Maragall, cuando el primero que no pensaba ganar las elecciones, ayudó al segundo a ganar las suyas. Cuando finalmente el PSOE ganó las elecciones generales, Maragall, en lugar de devolverle el favor a Zapatero, y procurar complicarle lo menos posible la vida, le tomó la palabra y trató de ir lo más lejos que pudo, acaso siguiendo no sólo sus propios deseos sino espoleado también por ERC. El presidente tuvo que encontrar una solución imaginativa para poner las cosas a unos niveles tolerables. ERC es un partido que cobra por todo, no hay más que recordar las cartas de Vendrell. Si este partido hubiera tenido un mínimo de elegancia, hubiera abandonado el Consell sin esperar a que lo echen. Y aparte de ello, se despide dando un portazo y amenazando.
De todo este asunto se pueden sacar dos conclusiones. Los partidos nacionalistas no deberían poder concurrir en solitario a las Elecciones Generales de España y el Estado de las Autonomías es un fracaso. Si hubiera una mayor concordia entre nuestra clase política, y eso es algo que se les debe exigir, sería el momento de hacer los cambios necesarios.
Acaso, convendría estudiar de nuevo el modelo federal o diseñar un sistema autonómico más justo y que no esté generarando reinvidicaciones continuamente.


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1 comentario:

María Paz Díaz dijo...

Me temo que el sistema político del Estado federal ya se queda corto para las aspiraciones de los gobernantes nacionalistas.
En fin, son otra nación, sea lo que sea eso :P