martes, julio 11, 2006

Andorra

Según una información que difunde hoy el diario El País, Andorra ha negado 950 permisos de residencia por motivos de salud. Poco podemos alegar, puesto que sólo es una vuelta de tuerca más con respecto a lo que se viene cociendo por nuestros lares. Como hoy en día ser patriota equivale a ser egoísta, se ha puesto de moda blindar ríos. Además se presume de ello y se alega como mérito ante otros haber condenado a padecer sed a determinados grupos humanos. Pero tampoco los nacionalismos han desaparecido del resto de Europa, sino que cuando más sobran, más reverdecen y dificultan el fluir de la historia hacia el verdadero progreso humano.
Ese egoísmo, ese vivir plácidamente al que está acostumbrado el mundo desarrollado, ha hecho que se olvide del mundo hambriento, hasta que la inmigración se ha presentado, no sin avisar, pero sí cogiendo a todos por sorpresa. Habría que despertar acometer enseguida un programa de ayuda al llamado tercer mundo.
¿Pero, cómo ayudar a los países subdesarrollados? Habría que erradicar primero la corrupción que padecen, pero para ello hemos de empezar por eliminar la sufrimos nosotros. ¿Cómo puede Europa ayudar a Guinea Ecuatorial? Por poner un ejemplo. O al Sahara, otro ejemplo que debería interesar a los españoles. Cada país europeo tiene unos intereses diferentes. ¿Y si en vez de en los intereses se piensa la justicia? Eso es pecar de ingenuidad. También es ingenuo pensar que Andorra vaya a actuar con total corrección.

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