Dice José Blanco que si el proceso de paz fracasa la culpa será del PP. Pero lo que sobresale a primera vista es que asume el lenguaje de los terroristas.
Si por parte de algunos sectores se asume como correcto el diálogo con los terroristas es porque esta banda viene durando mucho más tiempo del que debiera. Y si ha durado tanto tiempo no ha sido por las cualidades de los terroristas sino porque se han encontrado con actitudes anómalas en la sociedad. Si todos los partidos políticos y el resto de la sociedad hubieran hecho una piña contra ETA, ésta no hubiera durado nada. Está claro pues que diálogo con los terroristas no puede pasar de ser tolerable, pero nunca puede ser justo o necesario.
En lo que a mí respecta, puedo decir que, como ciudadano, me repugna que el gobierno negocie con una banda de asesinos. Como me molestaría que hiciera tratos con narcotraficantes o cualquier otro tipo de banda armada. De modo que me siento complacido de que al menos un partido político se muestre contrario a ese diálogo por la paz. Tampoco soy el único que piensa de ese modo.
Resulta que con la afirmación de José Blanco, si ETA desaparece, todo el éxito será del PSOE, que lo habrá logrado incluso a pesar del PP. Y si fracasa, la culpa será del PP, no del PSOE por haberse metido en un berenjenal indecente. Y es que aunque todos los políticos digan que pretenden el bien general, los hechos vienen a demostrar que la caballerosidad se ha perdido en la política, que al enemigo ni agua y éste es precisamente uno de los detalles por los que ETA ha sobrevivido durante tanto tiempo.
Si por parte de algunos sectores se asume como correcto el diálogo con los terroristas es porque esta banda viene durando mucho más tiempo del que debiera. Y si ha durado tanto tiempo no ha sido por las cualidades de los terroristas sino porque se han encontrado con actitudes anómalas en la sociedad. Si todos los partidos políticos y el resto de la sociedad hubieran hecho una piña contra ETA, ésta no hubiera durado nada. Está claro pues que diálogo con los terroristas no puede pasar de ser tolerable, pero nunca puede ser justo o necesario.
En lo que a mí respecta, puedo decir que, como ciudadano, me repugna que el gobierno negocie con una banda de asesinos. Como me molestaría que hiciera tratos con narcotraficantes o cualquier otro tipo de banda armada. De modo que me siento complacido de que al menos un partido político se muestre contrario a ese diálogo por la paz. Tampoco soy el único que piensa de ese modo.
Resulta que con la afirmación de José Blanco, si ETA desaparece, todo el éxito será del PSOE, que lo habrá logrado incluso a pesar del PP. Y si fracasa, la culpa será del PP, no del PSOE por haberse metido en un berenjenal indecente. Y es que aunque todos los políticos digan que pretenden el bien general, los hechos vienen a demostrar que la caballerosidad se ha perdido en la política, que al enemigo ni agua y éste es precisamente uno de los detalles por los que ETA ha sobrevivido durante tanto tiempo.
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