sábado, julio 29, 2006

Rouco

Si Rouco se hubiera referido únicamente a los católicos, su comunicado hubiera podido pasar por aceptable. Al referirse además a los ciudadanos de buena voluntad, presupone intenciones malévolas a quienes aceptan el matriomonio entre personas del mismo sexo. Eso es hacer juicios temerarios. Todos los homesexuales que conozco están de acuerdo con la ley que les permite casarse. ¿Significa eso algo? Todavía hay homosexuales que esconden su condición. Alegrarse porque otras personas puedan mitigar su sufrimiento no es un acto de maldad.
Además, cuando Rouco habla del bien común lo hace como si tuviera autoridad para interpretar lo que es ese bien. Ese modo de hablar denota que no se espera sino la aquiescencia inmediata, lo cual remite directamente al concepto del poder y ya es sabido que el poder corrompe. No hace mucho, una autoridad religiosa española
castigó a un pueblo a no tener misa, obligando con ello a sus feligreses a desplazarse a otros pueblos, si querían asistir a la eucaristía; pero olvidó renunciar al mismo tiempo a los impuestos que percibe de esa población.
La tradición, o el estar acostumbrados a determinado tipo de cosas, sobre todo si éstas convienen, hace que se pierda la perspectiva.


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