Felipe González publicó un artículo en El País, el 13 de enero, que al ser reproducido por Petroleumworld Bolivia, ha pasado a ser público.
En su análisis, nuestro ex-presidente, al que Zapatero nos hace añorar de vez en cuando, parte de un hecho cierto, como es la incapacidad de los anteriores gobiernos para sacar a flote a una Bolivia cada vez en peor situación, y también señala acertadamente la obligación española de apoyar al gobierno de Evo Morales, elegido democráticamente. Pero luego incurre en el error de aplaudir el origen aymará del nuevo presidente, con lo cual, inadvertidamente, como nos ha ocurrido a muchos, aunque sea pasajeramente, cae en el racismo. Hay que aplaudir o abuchear a la gente no por su raza o por sus inclinaciones políticas, porque esto último sería sectario, sino por sus proyectos y por sus hechos. Por el bien de los bolivianos, principalmente, deseo que pronto tengamos motivos concretos para aplaudir a su nuevo presidente.
Felipe González ha aprovechado el artículo para introducir este párrafo
con el que estoy totalmente de acuerdo.
Dados los datos y los antecedentes, la posible financiación de su campaña por Chávez, creo que la postura de Felipe González es demasiado optimista. Bolivia necesitaba un cambio. Pero no es evidente, por el momento, que haya cambiado para mejorar
En su análisis, nuestro ex-presidente, al que Zapatero nos hace añorar de vez en cuando, parte de un hecho cierto, como es la incapacidad de los anteriores gobiernos para sacar a flote a una Bolivia cada vez en peor situación, y también señala acertadamente la obligación española de apoyar al gobierno de Evo Morales, elegido democráticamente. Pero luego incurre en el error de aplaudir el origen aymará del nuevo presidente, con lo cual, inadvertidamente, como nos ha ocurrido a muchos, aunque sea pasajeramente, cae en el racismo. Hay que aplaudir o abuchear a la gente no por su raza o por sus inclinaciones políticas, porque esto último sería sectario, sino por sus proyectos y por sus hechos. Por el bien de los bolivianos, principalmente, deseo que pronto tengamos motivos concretos para aplaudir a su nuevo presidente.
Felipe González ha aprovechado el artículo para introducir este párrafo
La descentralización del poder es muy positiva, como hemos podido comprobar en nuestro propio país, pero hay que evitar confundirla con una centrifugación que impida el mantenimiento de la cohesión nacional. Una buena distribución competencial no es un proceso de suma cero, sino uno de tal naturaleza que las partes y el todo salgan fortalecidos y los ciudadanos en su conjunto beneficiados por la proximidad y eficiencia de las instituciones representativas.
con el que estoy totalmente de acuerdo.
Dados los datos y los antecedentes, la posible financiación de su campaña por Chávez, creo que la postura de Felipe González es demasiado optimista. Bolivia necesitaba un cambio. Pero no es evidente, por el momento, que haya cambiado para mejorar
También en Periodista Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario