viernes, enero 13, 2006

Balza y el congreso de Batasuna

En su respuesta al requerimiento del PP, que ha sido remitida hoy a esta formación, Balza consideró que el Partido Popular ahonda en la senda de manipulación partidista de la violencia, en el tensionamiento innecesario de la sociedad vasca y en la negación de soluciones políticas, tal y como constantemente todo el resto de grupos del Parlamento vasco le recuerda en cada sesión plenaria.

El comentario que antecede viene publicado hoy en
La Vanguardia y creo que en todos los demás medios nacionales. A Balza, su autor, cabría recordarle que en el País Vasco hay dos tipos de gente: los que necesitan mirar debajo de su coche y los que no. Quienes están relacionados con el PP pertenecen al primer grupo. También ha olvidado el consejero de Interior del Gobierno vasco que quienes tensionan innecesariamente a la sociedad vasca son precisamente los que obligan a mirar debajo del coche a parte de la ciudadanía. Y añado por mi parte, y lo diría aunque fuera la única persona que lo pensara, que quien quebranta la ley debe ser puesto en manos de la justicia. Si no hay igualdad ante la ley no hay justicia. Y hay otra cosa, el partido del Señor Balza viene gobernando en el País Vasco ininterrumpidamente desde hace ya decenios. Es decir, suya es la mayor parte de culpa de que ETA no haya sido aislada en la sociedad vasca. Se puede decir que actitudes como la de Balza contribuyen a que no lo sea.
Más cautos son Zapatero y de la Vega que dicen que

la formación abertzale está ilegalizada y no tiene ni capacidad jurídica ni posibilidad de convocar actos, aunque otra cosa son las actuaciones individuales que puedan ejercer determinadas personas que no son un partido. La reserva de los pabellones del Bilbao Exhibition Center, donde está previsto el congreso, se ha realizado a nombre de particulares, no de Batasuna.


Según información que publica también
La Vanguardia
Por otro lado, parece difícil probar que el acto lo organiza Batasuna, aunque existen evidencias capaces de proporcionar la certeza moral. Ser demócrata no significa ser tonto. Si hay un hueco legal, por el que se cuelan los amigos de los etarras, hay que subsanarlo. Esperemos que la petición de Peces-Barba no sea un brindis al sol.




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