Rosa Díez escribe hoy un artículo admirable, por la claridad con que dice las cosas y por su valentía. Que alguien pueda escribir un artículo así debería ser motivo de sonrojo y de vergüenza para todos aquellos que pudiendo y debiendo decir algo similar, se callan.
Yo pienso, ilusionadamente, que si residiera en el País Vasco ya no viviría, o por lo menos no sentiría la vergüenza de no necesitar mirar debajo del coche todas las veces ni de no necesitar escolta.
Yo pienso, ilusionadamente, que si residiera en el País Vasco ya no viviría, o por lo menos no sentiría la vergüenza de no necesitar mirar debajo del coche todas las veces ni de no necesitar escolta.
Hoy personalizo en Rosa Díez mi admiración y mi respeto por todos esos vascos formidables, que con su sacrificio y su esfuerzo contribuyen a que haya un mundo mejor.
No niego a los vascos que lo desean su derecho a luchar por la autodeterminación, siempre que utilicen medios exquisitamente democráticos y sin trampas. Pero lo que todo el mundo debería saber desde el principio es que la prioridad es acabar con el terrorismo, o sea, con ETA.
No niego a los vascos que lo desean su derecho a luchar por la autodeterminación, siempre que utilicen medios exquisitamente democráticos y sin trampas. Pero lo que todo el mundo debería saber desde el principio es que la prioridad es acabar con el terrorismo, o sea, con ETA.
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