martes, mayo 03, 2005

Autonomías

Escribe Lluis Foix un artículo titulado Demagogia y frivolidad, que creo que tiene algún fundamento. España es muy plural en todos los sentidos y la solución autonómica parece muy acertada. Otra cosa es que los nacionalismos sean nocivos en estos tiempos que corren, en los que cada vez es más necesaria la cooperación y la supresión de fronteras en la medida en que vaya siendo posible. Pero combatir los nacionalismos de modo frontal tampoco parece buena idea. Más inteligente sería quitar argumentos, demostrar que no son necesarios. Lo que ocurre es que cuando se pactó la Constitución no se tenía experiencia, o no se supo prever lo que podía ocurrir, con los partidos nacionalistas. Nunca se debió permitir que concurrieran solos a las elecciones generales españolas. Estos partidos tienen la capacidad de influir excesivamente en la política nacional y ello lleva a excesos por su parte y excesos para frenarles.
Todo lo que tiene que ver con las financiaciones de las autonomías y con la solidaridad entre ellas debió de ser calculado con la mayor exactitud posible y también se echa de menos una cámara en donde se puedan debatir estas cosas equitativamente.
El sistema autonómico se ha mostrado como un modo eficaz para ayudar al desarrollo de cada Comunidad Autónoma, porque cada una sabe mejor que nadie cuales son sus necesidades y posibilidades, pero habría desarrollarlo de un modo responsable, teniendo en cuenta la solidaridad interterritorial y tratando de erradicar las actitudes egoístas.
Autonomía, sí. Respeto al modo de ser de cada Comunidad. Profundización en la democracia; esto es, en el respeto a los modos de pensar diferentes, siempre que estén dentro del marco constitucional.

No hay comentarios: