jueves, junio 29, 2006

El sueldo de Helga Schmidt

El gobierno valenciano defiende la honorabilidad de Helga Schmidt y dice que sus gastos están perfectamente controlados. Esta es una respuesta sumamente ingenua, que quizá se deba a la seguridad absoluta que tiene en el triunfo en la próxima contienda electoral. Porque sólo faltaría que no se controlaran esos gastos, o cualesquiera otros, que es hora de decir que pasan de trescientos mil euros. Y la pregunta no consiste en saber si se paga lo justo a esa señora o no, sino si nos podemos, o no, permitir ese dispendio. Porque por falta de fondos se han endurecido las condiciones para lograr un porcentaje de minusvalía que permita cobrar el subsidio.
De modo que se habla de sueldos fastuosos como si fueran normales y se les dice a un buen número de minusválidos que se arreglen como puedan.
O hay dinero para cambiar continuamente las flores del Puente de las Flores y no lo hay para reponer una casita con tobogán que desapareció de la zona de juegos infantil que hay junto a la calle de Almazora, en donde antes estaban las cocheras del tren de vía estrecha.
O hay un millón seiscientos mil euros, si luego no aparecen sobrecostes, para hacer una lujosa cafetería en las Cortes Valencianas, pero no hay dinero para apuntalar las paredes de la antigua fábrica de aceite, sita en el parque de Marchalenes, incendiada a causa de la desidia municipal.
Sería bueno preguntarse de donde sale todo ese dinero, que se gasta con largueza en unos casos y se niega en otros, y quienes toman las decisiones comentadas.


Rafa Marí

Paranoia vasca

Emilio Attard

También en
Periodista Digital

No hay comentarios: