Viene un experto de la ONU a Valencia, a participar en unas jornadas en las que se tratará de lo beneficiosos que resultan los trasvases para ciudades como Nueva York, y se declara partidario del trasvase del Ebro. De modo que ya tenemos que la derogación del PHN fue una cacicada. Narbona, o el mismo Zapatero, pueden alegar que lo dice Emilio Colón, el experto de la ONU, no es más que una opinión y que ellos disponen de otras en sentido contrario. Pero esta respuesta no es seria porque todo el mundo recuerda que el PHN se derogó por decreto, sin negociaciones ni debates de ningún tipo y paralizando y deshaciendo unos trabajos que ya habían comenzado. Evidentemente, todo obedecía a la mezquina cuestión de dar satisfacción a sus socios de gobierno, lo nos pone ante otra injusticia más: un pequeño partido nacionalista periférico influye en los asuntos de interés general y lo hace perjudicando a otras Comunidades Autónomas.
Puede el gobierno empeñarse en negar lo obvio, pero lo que no podrá es dar razones de peso. El gobierno no ha construido, ni empezado a construir la mayor parte de las desalinizadoras que prometió a cambio del trasvase. Y menos mal, porque el experto citado anteriormente señala que la salmuera generada por las desalinizadoras acabará con el Mediterráneo. De modo que ni la excusa medioambiental le queda al binomio Narbona-Zapatero.
Cuando un gobierno, al principio de su mandato, opta por la mezquindad para asegurarse el poder pone de manifiesto que no es la búsqueda de la justicia lo que inspira sus actos, sino que sus intenciones están más a ras de suelo y, por tanto, lo que ha hecho bien lo ha hecho de forma casual. En esas condiciones no puede salir bien librado cuando llegue el momento de hacer cuentas ante la historia.
Los pergaminos cátaros
Puede el gobierno empeñarse en negar lo obvio, pero lo que no podrá es dar razones de peso. El gobierno no ha construido, ni empezado a construir la mayor parte de las desalinizadoras que prometió a cambio del trasvase. Y menos mal, porque el experto citado anteriormente señala que la salmuera generada por las desalinizadoras acabará con el Mediterráneo. De modo que ni la excusa medioambiental le queda al binomio Narbona-Zapatero.
Cuando un gobierno, al principio de su mandato, opta por la mezquindad para asegurarse el poder pone de manifiesto que no es la búsqueda de la justicia lo que inspira sus actos, sino que sus intenciones están más a ras de suelo y, por tanto, lo que ha hecho bien lo ha hecho de forma casual. En esas condiciones no puede salir bien librado cuando llegue el momento de hacer cuentas ante la historia.
Los pergaminos cátaros
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