Odón Elorza, en su línea

El alcalde de San Sebastián dice que los vascos tienen una deuda con el pueblo de Madrid y esa afirmación tiene su miga. No la tendría si se hubiera referido a los etarras y a quienes en mayor o menor medida han colaborado con ellos. Y ésos no sólo tienen esa deuda con Madrid, sino con España y con la Humanidad entera, porque el terror va en contra de todo lo humano. Por otro lado, no veo, por ejemplo, que Consuelo Ordóñez deba nada a nadie, por lo menos en relación con el terrorismo.
Consuelo es vasca, concretamente de San Sebastián, ciudad en la que su hermano pudo ser alcalde y que ella tuvo que abandonar muy a pesar suyo, por haberse quedado sin clientela. ¿Hizo algo Odón Elorza para evitar que Consuelo se quedara tan sola? Y al igual que Consuelo Ordóñez, tampoco los vascos que se han visto obligados a mirar debajo del coche cada vez y a cambiar de itinerario continuamente deben nada a nadie por este concepto.
Conviene recordar que el hecho de tener muchos votos no significa nada más que eso y que los demás podemos imaginar a la ciudadanía de San Sebastián a través del alcalde que ha elegido.
Una nueva muestra de la habilidad dialéctica de ese alcalde es la siguiente frase, contenida en la misma entrevista:

Me gustaría además que soplaran nuevos vientos en España con ocasión de este proceso en favor de conseguir la paz y el final del terrorismo.

Podría haberse ahorrado lo de conseguir la paz y citar simplemente el final del terrorismo. Pero el buen hombre juega a ser el héroe que liquida el terrorismo y al mismo tiempo les hace un guiño a los terroristas al asumir su lenguaje


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Santiago Calatrava

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