martes, junio 27, 2006

Drogas y trabajo

Según una noticia que publica el diario Las Provincias, uno de cada veinte trabajadores valencianos toma algún tipo de droga para rendir más en el trabajo. Detrás de algunos accidentes de trabajo está alguna droga, dice Rafael Blasco, consejero de Sanidad de la Generalidad Valenciana.
A los empresarios se les suele elogiar mucho, se dice de ellos que son el motor de la economía, que arriesgan, etc. Se suelen decir menos las contrapartidas. Según se presenta la noticia que comento, parece que los únicos responsables de ese consumo de droga sean los afectados. No se habla del clima laboral que puede actuar como inductor. Porque no sólo está el consumo de drogas, también es elocuente la gran cantidad de literatura que ha generado el acoso moral en el trabajo.
Carmen Sánchez Carazo o Marina Parés pueden dar fe del gran número de afectados.
Hubo un empresario que pregonaba que su preocupación consistía en que en su empresa, o sus empresas, ya no lo recuerdo bien, no hubiera nadie más inteligente que él y que eso todavía no había ocurrido. Con este planteamiento demostraba torpemente su ruindad y probablemente obligaba a buena parte de sus trabajadores a cometer errores adrede para ocultar su talento.
Pero esto mismo ocurre también en la política. Estamos comprobando a diario, que los méritos contraidos por los políticos sirven para poco a la hora de elaborar las listas, que se hacen atendiendo a los equilibrios de fuerza internos. A los políticos les viene más a cuenta resultar simpáticos a sus líderes que desarrollar una gran labor en beneficio de los ciudadanos.
La arbitrariedad, que lleva a la gente a intentar parecer, en lugar de querer ser, fomenta ambas cosas, el consumo de drogas y el acoso moral.



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1 comentario:

Portobello dijo...

Desde luego ese empresario que comentas demuestra ser un necio total, y seguro que todos sus empleados (incluido el menos preparado) es más intelegente que él. Cretinos así abundan por desgracia, y en esta España cañí mucho. Un ejemplo como dices está en la política. Que pena, así es como dejamos de creer en las políticas oficiales. Saludos