martes, abril 11, 2006

Otegi y la legalidad

Dedica el diario El País uno de sus editoriales de hoy a justificar la asistencia de Otegi a la manifestación y termina de este modo:

Lo significativo de la manifestación no fue la participación de dirigentes del partido ilegalizado, sino su manifiesta voluntad de evitar cualquier comportamiento que pudiera considerarse ilegal. Algunos de esos dirigentes comprendieron con su ilegalización los efectos ineludibles de su sometimiento a ETA; ahora están haciendo la experiencia de la necesidad de respetar los límites de la ley. Es torpe reaccionar igual cuando acatan que cuando desafían.



En mi opinión, lo significativo de la manifestación es que no era en apoyo de las víctimas de terrorismo, sino todo lo contrario. Que los manifestantes se conocen la ley al dedillo y eso les permite sortearla, que no tienen ningún propósito de enmienda ni voluntad de pedir perdón y lo que termina por deducirse de ello, una vez más, es que si ETA deja de hacer aquello que más le gusta no es porque de pronto haya sufrido un repentino ataque de piedad, sino por algún tipo de cálculo interesado. Supongo que esa torpeza a la que se refiere el editorial no la cometerían Setién, Ibarretxe o Patxi López, por citar a algunos. Pero no sería nada extraño que la cometiera yo, si pudiera reaccionar de algún modo, y me imagino que alguno más como yo habrá.


Vicente Lladró

En el otro bando, el pasado sábado, el gabinete de apoyo logístico de la Presidencia de la Generalitat daba aviso oficial de que el conseller de Cultura, Alejandro Font de Mora, presidiría esa tarde el partido de fútbol, de segunda división, entre el Castellón C.D. y el Levante U.D. Y por si alguien sentía necesidad de acudir a rendir pleitesía, se facilitaba hora y lugar: Sábado 8 de abril, 18:30 horas, Estadio Castalia.


El fiscal mantiene la petición de 15 meses de cárcel para Otegi por enaltecer el terrorismo
Hay una significativa foto en este artículo.

La desbandá


–Yo estaba allí, shiquiyo. Yo estaba allí aquel día.
–Pero… ¿qué dice, señor?
–Que yo estaba allí, niño. Que tú has contao mi historia, la de mi madre, la de mis hermanas, la de mi padre que murió allí. Que yo estaba en esa carretera…



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