sábado, abril 15, 2006

Berlusconi

Para Berlusconi la elegancia se limita a la vestimenta, quizá también a los ademanes, aunque no sé si a todos, puesto que no he conversado nunca con él. Tampoco tengo ninguna necesidad de hacerlo. Es decir, preveo la posibilidad de que ante una situación comprometida, opte por la grosería. Todo eso y más se deduce de su negativa a reconocer que ha sido derrotado electoralmente.
Habla sin ningún pudor de pucherazo, cosa que no debería hacer puesto que es el presidente de Italia y al decir eso da a pensar, además, que él mismo pudo haber ganado por este método alguna de las elecciones anteriores, o todas.
En democracia gobierna quien desean los ciudadanos que lo haga, por tanto, el perdedor debe aceptar el resultado, sobre todo teniendo en cuenta que la derrota electoral no pone en duda las cualidades del perdedor. Cuando éste no acepta la derrota y sobre todo si viene de gobernar, pone de manifiesto no piensa en el pueblo sino en sí mismo. Este dato viene a confirmar entonces la justicia de la decisión popular. Quizá Prodi no sea bueno, yo eso no lo sé, pero está claro que Berlusconi es peor.

En sintonía con aquellos clásicos

The Classical Music Effect CD

Incitatus

También en
Periodista Digital

1 comentario:

Domingo dijo...

Si alguien hace trampas en mi cara, en un país que yo controlo ... simplemente me largo y ni abro la boca de la vergüenza.

Un saludo, Domingo.