jueves, abril 20, 2006

Euskal Herria

Ibarretxe y Otegi se han reunido en la sede del Gobierno Vasco. Otegi siempre ha sido considerado por el gobierno vasco como un interlocutor válido en el llamado proceso de paz. No consta, que a pesar de tan alta consideración, el interlocutor válido haya solicitado que erijan monumentos a las víctimas del terrorismo y que se les dediquen calles. Sí que ha hablado de altura de miras. Para un etarra, el lugar de mayor altura es la nuca. Para poner la bomba en los bajos de un coche es claro que hay que rebajarse mucho, pero ellos lo hacían por la patria
Los gestos solemnes de los reunidos me hacen recordar aquello que escribió Cervantes en El gallardo español:

Cubre el traidor sus malas intenciones con rostro grave y ademán sincero, y adorna su traición con las razones de que se precia un pecho verdadero.


Cervantes no lo escribió por ellos, claro, no habían nacido todavía. Yo sólo digo que la gravedad y la solemnidad no necesariamente evidencian seriedad y rectitud.
A mí no me parecería mal Euskal Herria si de ello se derivara un beneficio para la Humanidad. Yo amo a la Humanidad. ¿Son parte de ella Otegi e Ibarretxe? ¿Trabajan en beneficio de la Humanidad?
Siendo quienes son los que reclaman Euskal Herria, su bandera no podría estar más que manchada de sangre inocente. Ninguna persona honrada podría vivir en ese país.

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