También a mí, como supongo que a muchos, me preocupan los hechos que señala Rosa Montero en su artículo de hoy en El País. Pero creo que los motivos por los ocurren estas cosas son otros que los que ella dice. El gusto por la impunidad y la violencia ha estado siempre presente en nuestra sociedad. Una personalidad equilibrada, aunque sea la de un niño, no tiene el porqué verse afectada por las imágenes de la televisión. No si tiene una vida normal y sin carencias afectivas. Lo que ocurre es que vivimos tiempos en que gusta demasiado lo fácil; la búsqueda de la excelencia ha pasado al olvido; se trabaja más por obtener el reconocimiento público que por el placer del trabajo bien hecho; se prefiere la aceptación pública a estar en paz consigo mismo. Este modo de vida, tan tremendamente egoísta, requiere continuamente de emociones nuevas y de formas de descargar adrenalina.
No hace mucho, la misma Rosa Montero reflexionaba sobre el hecho de que hoy se leen demasiados best sellers y quizá una de las cosas que habría que intentar es que retornara o creciera el gusto por la lectura de obras de calidad y por el cultivo espiritual. Quizá no se consiguiera todo lo que se desea, pero algo se gana siempre al intentar cosas correctas.
No hace mucho, la misma Rosa Montero reflexionaba sobre el hecho de que hoy se leen demasiados best sellers y quizá una de las cosas que habría que intentar es que retornara o creciera el gusto por la lectura de obras de calidad y por el cultivo espiritual. Quizá no se consiguiera todo lo que se desea, pero algo se gana siempre al intentar cosas correctas.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo. Y en parte puede tener la culpa la tv pero también esos videos juegos que exhuman una violencia tremenda y con los que pasan muchas muchas horas. Y por supuesto esa falta de esfuerzo para conseguir una meta. Esas lecturas facilonas y simples tanto como un gran hermano de la tele, que es prohibitivo. No se como se permite ese tipo de bazofias. Un saludo, me gusta Rosa Montero.
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