domingo, diciembre 04, 2005

“Me tengo que hacer rico”

No tiene que ver la libertad de expresión a que se refiere la vicepresidenta del gobierno, Doña María Teresa Fernández de la Vega, con las pegatinas que se repartieron o se reparten en el Congreso de los Diputados. Supongo que esta señora sabrá perfectamente que la mera existencia y el posterior reparto de esas pegatinas constituyen actos indignos. Que, además, eso ocurra precisamente en ese lugar pone en evidencia una vez más el envilecimiento al que se ha llegado. Desmoraliza a los ciudadanos. Dejando aparte de que cuando la crítica se refiere a uno se cataloga como injuria y si ofende al contrario como ejercicio de la libertad de expresión.
Las frases que reproducen las pegatinas pertenecen, supuestamente, a unas conversaciones de hace más de dieocho años, que fueron grabadas ilegalmente. Dieciocho años constituyen un plazo de tiempo más que sobrado para probar cualquier irregularidad. Echar mano ahora de aquellas grabaciones sin más nos demuestra por contra el fracaso y la impotencia de los autores de las pegatinas. Quienes las reciben y las redistribuyen son torpes.
Los ciudadanos no pagamos a los políticos para que odien a los rivales, sino, en todo caso, para que los controlen con efectividad y les obliguen a hacer bien su trabajo.
Zaplana nos ha regalado a los valencianos, entre otras lindezas, la AVL, que tan cara nos cuesta, habiendo dos alternativas mucho más económicas, como son el I.E.C. y la R.A.C.V., y que en tan poco aprecia la voluntad de quienes con nuestros impuestos la costeamos.
Por su parte, la vicepresidenta, no sólo es ministra de cuota por la parte femenina, sino junto con otros miembros del gabinete, por la valenciana. Es decir, hay ministros valencianos y parece que por estos lares debemos felicitarnos por ello. Pero la Narbona y otros y otras no cesan de tomar medidas en contra de los valencianos. Una cosa no compensa a la otra
Quiero decir con ello que esta columna no está motivada por simpatías o antipatías, sino por el deseo de protestar por el nivel tan bajo y arbitrario en que se mueve la política.


De la Vega elude condenar la aparición de pegatinas contra Zaplana en el Congreso

Ruego la lectura entera del artículo. Ni el etarra debió salir jamás de la cárcel, ni una vez fuera La Caixa debió concederle el préstamo.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha autorizado un trasvase de agua en la misma cuenca del Ebro para transformar en regadíos 70.000 hectáreas de la zona desértica de Lleida. El canal Segarra-Garrigues transportará el agua equivalente a todo el consumo doméstico e industrial de la Comunidad en un año.
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