martes, diciembre 06, 2005

Pedir disculpas al diablo

Hace unos días, el gobierno nos dio la noticia, lleno de gozo, de había hecho un gran negocio con la Venezuela de Chávez. Todavía no sabemos hasta que punto ese detalle ha sido capaz de irritar a los EE.UU. de Bush. Y ahora "nuestro amigo" Chávez ha ganado las elecciones de su país con el 75 % de abstención y la previa retirada de todos los partidos de la oposición, por motivos más que justificados. No creo que la mayoría de los españoles esté muy satisfecha de nuestra colaboración con el caudillo venezolano.
Hoy se conmemora la Constitución española y los socios del gobierno no sólo no acuden a las celebraciones, sino que además algunos de ellos, fieles a sus groseras costumbres, montan otro numerito.
Puede decirse ya sin lugar a dudas que este gobierno gobierna en contra de buena parte de los ciudadanos y sin que le importe perjudicar a muchos de ellos. Las ilusiones que podían haber puesto en él, por aquello del talante y demás, pueden darse por enterradas.
La mayor contribución de nuestro Presidente al pensamiento político es aquello de "no pasará nada". Pero sí que pasará, porque si en lugar de hacer las cosas que se podían y debían hacer se hacen las contrarias, algo ocurre.
Y vamos teniendo motivos para pensar que si algo se ha hecho bien es como consecuencia necesaria de algún mal que se pretendía hacer y que se ha hecho. En este supuesto, y en el caso de que existiera el diablo, el gobierno debería pedirle perdón por ello.
La aportación de agua necesaria para convertir las tres zonas desérticas de Cataluña y Aragón en explotaciones de regadío equivale a dos trasvases del Ebro a la Comunidad. El conseller de Territorio, Rafael Blasco, afirmó ayer que la ejecución de estos proyectos demuestra que hay “agua suficiente” para otras autonomías.
¿No puede hacer nada el Estado de Derecho para impedir estas atrocidades?
También en Periodista Digital

No hay comentarios: