El Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley que reconoce a gays y lesbianas el derecho a casarse y adoptar niños.
Deberíamos tener todos presente que son muchas las humillaciones y crueldades que los homosexuales han debido soportar a lo largo de la historia y de las cuales no parece avergonzarse casi nadie. Todos somos personas y están de más las etiquetas que solemos ponernos en nuestras relaciones cotidianas. No es nuestra condición de hombres, mujeres, gays o lesbianas, las que determinan que seamos mejores o peores, sino nuestros actos. Quizá esta ley tenga como efecto positivo añadido el hecho de que al no poder culpabilizar previamente a nadie por su orientación sexual, nos obligue a todos a esforzarnos un poco más en la búsqueda de la bondad.
1 comentario:
Será difícil eliminar prejuicios atávicos de nuestra sociedad. A la vista están las más 500.00 firmas que han recogido los defensores de un tipo determinado de familia (me sorprende la arrogancia con la que algunos dicen ser representantes de "la normalidad") para impedir que ésta ley se lleve a cabo.
No obstante, es un paso: estamos en el buen camino. Por la eliminación de las diferencias. A nadie le importa con quien me acuesto, ¿por qué deben recortar mis derechos por ello?
Saludos:
Jéssica
http://muchoquedecir.blogspot.com
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