miércoles, abril 27, 2005

PTCV

En democracia no tiene el porqué valer todo. En realidad, si vale todo ya no es democracia. Se puede postular por la autoderminación, siempre que se haga de modo democrático, aunque ello vaya en contra del principio de solidaridad y se tergiverse la historia hasta extremos insospechados. Pero en algún punto hay que poner los límites. En España tenemos una banda de delincuentes que se esconde detrás de móviles políticos. Esta banda, además, suele crear partidos políticos que le sirven de apoyo. Los estatutos de esos partidos pueden ser o parecer constitucionales. Un demócrata no tiene el porqué ser tonto. Eso de tener que pagar a los amigos de los etarras. Eso de tener que dar tratamiento de señorías a los amigos de los etarras. El hecho de vivir en un país democrático no otorga la condición de demócrata. Unos ciudadanos son más demócratas que otros. Algunos no lo son nada. Profundizar en la democracia es también profundizar en la bondad, porque un demócrata respeta al prójimo y si profundiza en la democracia profundiza también en el respeto. Quien trata de forzar al prójimo, demuestra entonces que la democracia para él no es más que un pretexto. Quien trata de respetar al prójimo sabe que en algunos casos ese respeto se merece en grado máximo. Y este es el caso precisamente de las víctimas del terrorismo. Que se den honores de diputados y se pague a los amigos de los etarras es una falta de respeto a las víctimas. No entro a discutir el método adecuado para ilegalizar a ese partido. Espero que se comprenda que da igual el número de votos que han obtenido. Quienes les han votado deben saber que han votado una propuesta inhumana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿No son PCTV las siglas?