Lo de los interrogantes viene dado porque algunos de esos intelectuales son también altos cargos del gobierno. Para firmar el manifiesto España es Cataluña deberían haber dimitido previamente. Tampoco es propio de intelectuales tratar de acallar a la oposición. Se puede discrepar del modo de hacer oposición, cosa muy entendible por otra parte. Y atribuir intenciones beatíficas al gobierno y sus aliados es algo que se pasa de castaño oscuro. La obligación de los intelectuales es hostigar al poder, no apoyarlo.
Que un grupo de intelectuales hable de la sarracina organizada por el PP puede tildarse como deseo de crispar. ¿Cómo llamarían entonces a los actos del PSOE, de CiU, de ERC, del PNG, del PNV, etc.? Lo que se espera de los intelectuales es la crítica sosegada y no alarmista. Tampoco se entiende la redundancia "terrorismo criminal" en este contexto. Todos los terrorismos son criminales y a todos nos duele y también nos preocupa el modo en que este gobierno encara este problema.
Está muy bien que los ministros de cuota y las ministras hablen de violencia de género, pero un intelectual debe referirse a la violencia doméstica.
Que un grupo de intelectuales hable de la sarracina organizada por el PP puede tildarse como deseo de crispar. ¿Cómo llamarían entonces a los actos del PSOE, de CiU, de ERC, del PNG, del PNV, etc.? Lo que se espera de los intelectuales es la crítica sosegada y no alarmista. Tampoco se entiende la redundancia "terrorismo criminal" en este contexto. Todos los terrorismos son criminales y a todos nos duele y también nos preocupa el modo en que este gobierno encara este problema.
Está muy bien que los ministros de cuota y las ministras hablen de violencia de género, pero un intelectual debe referirse a la violencia doméstica.
Existe desde hace mucho el problema catalán y los españoles de bien deseamos que se resuelva de modo justo y a satisfacción de todos, posiblemente no con las soluciones que aquí y ahora propugna el PP, pero tampoco nos sentimos nada tranquilos ni con el gobierno catalán ni con el gobierno español.
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3 comentarios:
Siempre me han llamado la atención los, muchas veces autodenominados, intelectuales.
En particular "los artistas". No sé qué tienen esas personas que las haga diferentes y dueños de la verdad más acendrada.
Evidentemente algunos hay que son auténticas enciclopedias vivientes, auténtico saber popular, pero también evidentemente a otros los escuchas y te entran los siete males.
Además, yo me hago también las siguientes preguntas. ¿Qué son los actores y actrices sino personas que se ganan la vida engañándonos, haciéndonos creer que son lo que no son?. ¿Por qué se auto-erigen en salvadores patrios omniscientes que te dicen, no ya lo que tienes que comer(que en esos casos les pagan), sino lo que tienes que votar?.
Y lo mejor de todo, ¿por qué para el vulgo, el critero (o su carencia) de Marujita Díaz (que no sé a quién vota) pesa más que la opinión de un destacado profesor de universidad? (que tampoco sé a quién vota).
Un saludo, Domingo.
Cada persona tiene algo que aportar. Si yo fuera actor y mi voz fuera escuchada por muchas personas, también hablaría. Si yo creo en una cosa trataría que por mi influencia esa cosa saliera adelante. Y seguro que para muchos lo que yo defendiese sería inaceptable, pero para mí lo será, y si me sigue una multitud mejor que mejor.
¿Es justo reprochar a los demás que hagan lo mismo que yo haría si estuviese en su posición?
Hola, ikaru:
Lo que se les reprocha a algunos de esos intelectuales es que sean juez y parte. Si cobran del gobierno, no deben firmar un manifiesto, como intelectuales, apoyando al gobierno.
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