Pegatinas en los nichos

Quienes dicen dedicarse a los asuntos del alma siempre logran la atención reverente de buena parte de la sociedad, máxime si vienen respaldados por una institución como la Iglesia Católica. Pero esa deferencia que se les otorga tiene su contrapartida en que también se les exige un comportamiento ejemplar. Esto último muchas veces no es tenido en cuenta. Cierto cura que ha dicho en esta misma bitácora que mientras tenga a la jerarquía eclesiástica a su favor la opinión de los vecinos le trae sin cuidado. Y no sólo lo ha dicho sino que lo ha corroborado con sus actos. Otro gesto de desprecio a los ciudadanos por parte de un cura se ha venido a dar en un cementerio. Los visitantes han podido comprobar como un buen número de nichos tiene una pegatina en la que se recuerda a los propietarios que los derechos sobre los mismos están caducados. Poco parece importarle al autor de las pegatinas que los motivos por los que quienes deben no saldan su deuda pueden ser diferentes en cada caso. Lo que quiere es cobrar y, para él, evidentemente, el fin justifica los medios. En otras ocasiones he comentado lo curioso que resulta que haya gente que no cree en Dios, ni en la eternidad, ni en la justicia y en cambio sí crean en la impunidad. Dios me libre de decir, o de pensar, que los clérigos que he citado no creen en Él, pues estoy muy lejos de poderlo saber o averiguar. Sí que parece más claro que creen en la impunidad, o por lo menos que sienten más temor por lo que digan sus superiores que a la opinión pública. La razón es obvio que ni la tienen en cuenta.


Gabriel

Punto y coma en cifras

Doña Jimena