miércoles, noviembre 15, 2006

La ambición de Rita Barberá

Ha dicho Rita Barberá que su ambición política es limitada, le gusta ser lo que es, alcaldesa de Valencia, pero que su ambición por Valencia es ilimitada. No creo que ninguna persona bienintencionada le pueda negar su amor a la ciudad y su entrega como alcaldesa. Creo además que es de justicia agradecerle esa vinculación suya con la ciudad, que le lleva a encontrar soluciones inesperadas y a vislumbrar al primer golpe de vista lo que es bueno para la Capital del Reino. Sin embargo, hay que añadir que la ambición, con ser buena, también debe ser encauzada y contenida a veces. El crecimiento no tiene el porqué ser bueno. Es cierto que por mucho empeño que se ponga muy a menudo es imposible evitar el crecimiento o el despoblamiento. Si no hay más remedio que aceptar el crecimiento hay que procurar que éste no disminuya la calidad de vida de los residentes y si puede ser que la mejore. En este sentido, ahora mismo hay un debate en Valencia, acerca del nuevo campo de fúbol de uno de los clubes de la ciudad, que es de todo menos modélico. Se utilizan recursos para conseguir el beneplácito de la mayoría de la población que deberían hacer sonrojar. Parece que la ciudad va a salir beneficiada con el nuevo Mestalla, o como se llame luego, y por ello va a tener que pagar. El precio consiste en destrozar dos zonas y puede que no haya otra solución. Pero, puesto que la ciudad paga, el ayuntamiento debería reservarse un lugar en el consejo de administración del club, para controlar los despilfarros y los caprichos. Si el Valencia S.A.D. hubiera estado bien administrado, hubiera podido costearse por sus medios el nuevo campo. Como mínimo debería haber previsto con mucha antelación la necesidad actual. El ayuntamiento también debió percatarse de lo que se le venía encima, sobre todo teniendo en cuenta la irregular ampliación de años atrás del Mestalla. Rita Barberá no puede atender a todo ella sola y rodearse de un buen equipo de concejales también es ser ambiciosa.


Miquel Navarro

Teatro Romano de Sagunto

Dame tu llave

1 comentario:

Anónimo dijo...

La paz es un valor el cual debe reinar en 3el mundo y sobre todo en los corazones de cada uno para que alla paz en el mundo dembemos actuar pacificamente para que alla paz en nosotros debemos estar bien con los demas