Los Bancos perdonan enseguida las comisiones a los clientes acaudalados. A éstos, quizá, ni les va ni les viene, porque cantidades como esas que les perdonan las gastan a veces en caprichos. O las utilizan para desgravar en la declaración de la renta. Cuando piden un crédito, logran intereses muy bajos, a pesar de que muchas veces esos intereses también les sirven para desgravar. A veces el Banco les hace un obsequio, una pluma estilográfica por ejemplo. Es probable que ya tengan en casa veinte estilográficas mejores que la que reciben como regalo, pero ellos la toman. Todos estos detalles a efectos prácticos les resultan inútiles, en cambio tienen el don balsámico, para ellos, de hacerlos sentirse importantes.
Y cuando hablo de los Bancos incluyo en este apartado a las politizadas Cajas. Incluso ha salido a la luz que han concedido préstamos a muy bajo interés a políticos (es decir, éstos consiguen, gracias a los votos que han obtenido, tipos de interés mucho menores que los que pagan quienes les han votado).
Pero los Bancos necesitan ganar todos los años un montón más de millones que el año anterior. De modo que lo que les perdonan a los ricos han de percibirlo de quienes no lo son.
Si yo fuera uno de esos acaudalados y estuviera en el caso de que las comisiones y los intereses me dieran lo mismo, pediría a los Bancos que me dieran el mismo trato que a todos. Y les pediría que lo que ganaban conmigo que se lo perdonaran a unos cuantos jubilados. Y que la estilográfica se la regalaran a quien la pudiera necesitar.
Pero los Bancos necesitan ganar todos los años un montón más de millones que el año anterior. De modo que lo que les perdonan a los ricos han de percibirlo de quienes no lo son.
Si yo fuera uno de esos acaudalados y estuviera en el caso de que las comisiones y los intereses me dieran lo mismo, pediría a los Bancos que me dieran el mismo trato que a todos. Y les pediría que lo que ganaban conmigo que se lo perdonaran a unos cuantos jubilados. Y que la estilográfica se la regalaran a quien la pudiera necesitar.
5 comentarios:
Demagogia y un poquito de hipocresía por tu parte. Los bancos consiguen más beneficios con esos clientes acaudalados, incluso con intereses muy bajos y haciéndoles regalos, que lo que conseguirán con 10 de los pobres, como yo, incluso con el préstamo a tan alto interés. Por eso, es normal, aunque nos moleste, que los ricos reciban un trato de favor.
Y el discurso demagógico de que si fueras el rico pedirías intereses como el resto ahórratelo porque no cuela. Habría que vernos a todos en esa situación para saber como reaccionaríamos. Un saludo
Sergio:
Los Bancos ganan mucho más con mil clientes de mil euros que con uno de un millón de euros.
Te puedo asegurar que los favoritismos no me hacen mucha ilusión. Y si lo fueran por el dinero aún menos.
Lo que comentas en tu post es un tema que siempre me ha molestado mucho.
Los bancos y las cajas son una pequeña feria de las vanidades que juega con los instintos mas primarios y bajos de los señores/as "clientes".
Un dia me entretuve en observar los criterios de reparto de un simple calendario que regala Caixa de Terrassa.
Llegó al mostrador una señora que parecia sencilla, no era potentada. Costó Dios y ayuda que le encontraran un triste calendario de pared. Seguidamente apareció la Sra.x, al segundo tenia el calendario que "le tenemos reservado" y tres mas que solicitó para no sé quien.
Tampoco tengo nada claro que esas entidades regalen vajillas, televisores,bicicletas...no es eso competencia desleal contra sus mismos impositores del sector comercial?.
Lo que es triste es que lo hagan las cajas de ahorros. Al final los bancos son entidades libres, pero las cajas... se supone que estan a nuestro servicio.
Discrepo bastante del argumento "situacionista" que esgrime Sergio para tildar de "algo hipócrita" la opinión de Vicente.
Como no es primera vez que leo a Vicente, yo estoy seguro que él haría lo que piensa.
Y lo que más me gusta del tono y la manera como presenta el tema es la ausencia de "púlpito". Simplemente da su testimonio, casi como una sugerencia a personas que tal vez se encuentren en situación privilegiada de poder para hacer eso: romper un eslabón en ciertas formas "veladas" de corrupción. En la cadena de los favoritismos que tanto daño le hacen a cualquier sociedad en camino de acrecentar procesos auténticos de democratización y "fair play"
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