lunes, junio 13, 2005

Colegas decepcionados

Dice Albert Boadella que algunos de mis colegas quizá pensaban que un cambio de gobierno permitiría darle la vuelta a la situación y ahora están decepcionados porque se han dado cuenta de que éstos son más nacionalistas que los otros. Pero a Maragall se le veía venir desde hace años. Él tuvo la astucia, no sé si es correcto llamarlo así, de darse cuenta de que con el cariz que estaban tomando las cosas en Cataluña, si quería ganar las elecciones tenía que ser menos socialista y más nacionalista y no dudó. Esta actitud es propia de los mediocres y está muy lejos de la que adoptaría un verdadero estadista. Ahora bien, un repaso cualquiera de las listas políticas españolas pone de manifiesto la ausencia total de figuras de relieve. Da la impresión de que a la vista de los codazos y maniobras que hay que hacer para acceder a los puestos de influencia, quienes están verdaderamente capacitados han optado por dedicarse a otra cosa. Todo está en manos de maniobreros y de ministros y consejeros de cuota y de opositores desconcertados.

5 comentarios:

enricmartí dijo...

Resalto de Boadella que desde mis 18 años es el único al que no he visto "chaquetear". Iconoclasta "number one" de las españas me siuen inspirando humor y me encantan sus cargas de fondo.

Pone en aprietos a cualquiera que lo entrevista recordando que la izquierda en ex=paña debe hablar con más humildad de las dictaduras extranjeras: ¡a ellos el tirano se les murió en la cama!, con lo cual deja en bragas a tantos que se las dan de haber luchado por nuestra democracia. Es único. Luchador infatigable contra Pujol, podía habese arrojado ahora en brazos de Maragall o Carod... y no. Sigue siendo Boadella.

P.D.= Quiero tu banner de 20 minutos. Quiero pasarme el verano votándote VIcente.

Un saludo

Quico Ventalló dijo...

Solo puedo entender los comentarios de la gente que se auto-califica de no-nacionalista si desconoce totalmente la realidad catalana y solo se basa en el libreto escrito por el duo Losantos-Aznar.
Veamos:
1- a santo de qué Maragall no puede ser catalanista?, el catalanismo es una opción que defiende la lengua y la cultura del país, es transversal y puede identificar a gente de todas las ideologias democráticas. No tiene nada que ver ser catalanista en dejar de ser socialista, todo lo contrario.
2- el ahora idolatrado Boadella tiene como palmarés de lucha democrática: haber apoyado las listas del CDS, promover manifiestos en favor de los toros y recibir subvenciones de la Generalitat para hacer teatro, no veo que sea para tirar cohetes.
3- los intelectuales que dicen tener la boca tapada y ser perseguidos, mira por donde, como es el caso de Carreras y Espada trabajan de comentaristas en Tv3.
Después del manifiesto se les dió un programa de 40 minutos para explicar sus ideas. La verdad es que al tripartito le interesa que el nuevo partido salga adelante, para dividir la derecha españolista, debilitando al PP y al mismo tiempo eliminar el pequeño sector guerrista del PSC, con lo cual se sacarian el lastre de corrupción y terrorismo de estado que se identifica con el grupúsculo guerrista del socialismo catalán, a la par que el PSC ganaria credibilidad entre el electorado moderado.
4- Para terminar, opino que son muy poco valientes los 15 intelectuales al no crear ellos el nuevo partido, solo lo sugieren. Claro que como buenos pijos dudo que se dignen a mezclarse con las bases obreras que pretenden defender. No se les conoce ninguna actividad de esta indole.

Anónimo dijo...

Nuestra clase política es una bazofia, se mueven por sus propios intereses, y los partidos son lo menos democrático del mundo, todo se mueve por enchufes e influencias. Y si a esto le añadimos las listas cerradas tenemos un Parlamento al que acuden la mitad de la mitad de los diputados cada día, vaya compromiso, vaya responsabilidad...
Un saludo!!!

Brujita dijo...

no puedo por menos que estar completamente de acuerdo con Tristany de Pinós. No entiendo porque Maragall es mediocre por ser nacionalista, catalanista y socialista a la par, se pueden ser perfectamente las tres cosas juntas, es más una no excluye a la otra sino todo lo contrario.

Al señor Boadella y compañia más les valdría hacer un acto de reflexion y decidir de una vez por todas que narices quieren ¿ o es que solo les interesa llevar la contraria al gobierno de turno sea de la indole que sea?

Anónimo dijo...

No veo ninguna propuesta sólida en el manifiesto de los 15. Y para acabarlo de arreglar solo faltaba las declaraciones de Boadella de "sacar los tanques a la calle". Joder eso es talante democrático.

Por cierto, intentad juntaros 15 vecinos para protestar de algo en vuestro barrio y vereis que caso os hacen.

Eso si, si en cartel poneis algo tipo: "el nacionalismo nos quita las zonas verdes", vereis como al dia siguiente teneis a los regidores haciendo propuestas urbanísticas. No falla. ;-))