El ayuntamiento de Benisa, cuya imagen he tomado sin permiso para ilustrar esta entrada, y si no está conforme con ello la quitaré enseguida, ha divulgado, un día después de que los parlamentarios europeos visitaran la Comunidad para investigar el urbanismo valenciano, que el presidente de los afectados por abusos urbanísticos reformó su chalet sin licencia.
Dar a conocer este dato es una prueba de revanchismo, que deja en mal lugar al ayuntamiento, pues éstos, los ayuntamientos, nunca jamás deben actuar movidos por impulsos emocionales o irracionales. Por otro lado, y en este caso, ese ayuntamiento no sólo representa a los vecinos del lugar, sino que al tratarse de una población turística y tener que ver el asunto con intereses extranjeros, pone de manifiesto el nivel cosmopolita y cultural de los españoles.
Hay otro dato que se les escapa a los responsables de filtrar la noticia y es que con ello descubren su ineficacia en la gestión de los asuntos de sus vecinos, puesto que si el afectado cometió alguna irregulidad, lo que procede es que en su momento se le incoara un expediente sancionador, que a estas alturas ya debería haber sido resuelto.
Hoy, día 8 de junio de 2005, ha aparecido en la prensa valenciana este artículo, que guarda relación con el texto anterior.
Hoy, día 11 de junio, aparece otra noticia en el mismo diario valenciano, relacionada con el asunto de referencia.
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