martes, noviembre 15, 2005

Prostitución callejera

El ayuntamiento de Valencia quiere combatir la prostitución callejera.Ya sería suficiente con que acabasen con toda la delincuencia que hay alrededor de la prostitución. Mientras haya gente dispuesta a comprar habrá gente dispuesta a vender. Los modos de prostituirse y de pagar son infinitos. Más valdría reconocer el hecho, legalizar la prostitución y obligar a las prostitutas a legalizarse y a pasar controles médicos periódicos. Podría ser que estas medidas, en primera instancia, pusieran de relieve muchas irregularidades, quizá se rescatase a algunas menores. Puede que muchos proxenetas echaran a correr. El cliente pobre de las prostitutas apenas tiene culpa. En muchos de los casos, no tiene suficientes luces para comprender que está mal y en definitiva es el único modo que tiene para conseguir aquello a lo que le incita tanta publicidad subliminal, la vida misma. Es el rico, aquél que usa su dinero y su poder para comprar voluntades, para corromper almas, el culpable y al que habría que perseguir. Es la prostitución de lujo la que habría que estar mirando permanentemente con lupa.
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3 comentarios:

Portobello dijo...

Habría que empezar por cambiar mucho el inconsciente colectivo, ese que cree que el cuerpo femenino es mercancía y que los hombres tienen por naturaleza una imperiosa necesidad sexual. Solo cuando se consiga cambiar esto se conseguirá llegar a una paridad entre hombre y mujer que cree una sociedad mejor. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Saludos vicente desde cuba, Zenia en:

http://imaginados.blogia.com

Creo que el modo de ver a la mujer en el mundo -siempre el género que está a la sosmbra- es unas de las principales causas de esa triste realidad, unido a la pobreza y a la falta de oportunidades para ellas.
Casualmente he colocado un post acerca de las mujeres asesinadas en México, lo recibí por un correo de un periódico virtual que se llama La protesta, puedes pincharlo si quieres pues está en el post.
Los medios de comunicación tienen una parte en el asunto pues desde el humor hasta lo audiovisual comercial para publicidad de todo tipo fijan patrones y puntos de vista peyorativos que solo miran a la mujer como un animal erótico.

Anónimo dijo...

Con independencia de causas y motivaciones, la prostitución es un fenómeno que debe quedar al margen del control del estado. Esto es, ninguna autoridad debería arrogarse el derecho de regular o permitir esta actividad, que estrictamente corresponde a la esfera de lo privado.