lunes, noviembre 14, 2005

Costa virgen

Milagrosamente, hay cerca de noventa tramos vírgenes en la costa valenciana. Tanto al Gobierno como a la Generalidad les ha dado por protegerlos. El método elegido es el de comprar esos terrenos costeros y ambos, Gobierno y Generalidad, incitan al otro a que haga el gasto. Lo que nos viene a indicar que no están muy claras las competencias ni los cometidos, que está abierta la puerta de la arbitrariedad y que estos tramos vírgenes están en verdadero peligro. Los ayuntamientos afectados callan. No se supone que vayan a renunciar a urbanizar dichos terrenos. Se puede decir, a la luz de lo que la experiencia determina, que los ayuntamientos tienen unas competencias excesivas.
Mientras tanto, el Gobierno valenciano trata de pactar con el Partido Socialista la Ley Urbanística Valenciana y éste siempre exige condiciones ridículas e inaceptables, como la destitución del Conseller Blasco antes de empezar la negociación u otras de similar calibre. Estas actitudes permiten que los observadores puedan pensar que lo que pretenden los socialistas es que todo continúe igual. Mientras cargan la culpa de los desaguisados urbanísticos al gobierno popular, los alcaldes socialistas siguen su ritmo.
Los ciudadanos no somos más que piezas de una partida de ajedrez de cuarto nivel. Los partidos quieren nuestro voto y nada más que nuestro voto.
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