sábado, julio 16, 2005

Lo cotidiano

Nada de lo humano me es ajeno, dijo Terencio, y ya hace mucho de eso. Sin embargo, la atrocidad sigue viviendo entre nosotros y lo hace con la categoría de normal. Un escritor como Luis Melero se ganaba la vida con un trabajo que estaba muy por debajo de su capacidad y cualificación. Pero no era sólo eso. La cultura y el talento valen muy poco para cierto tipo de personas. Hay gente que sólo acepta la sumisión. Cuando leemos eso de que quienes no conocen la historia están obligados a repetirla, hemos de darnos cuenta de que las cosas no ocurren por casualidad. Hay gentes que hacen todo el daño que pueden a aquellos a quienes odian. Y les odian porque les tienen envidia y por todas aquellas cosas por las que odian las personas débiles y enfermizas. Si pudieran, les harían lo mismo que hacían los nazis a sus presos. También Atila vive entre nosotros. Hay muchas personas psicológicamente iguales que él. El hecho de que la gente se encoja de hombros ante sus tropelías, les da alas. Lo explicó Martin Niemoller, un pastor alemán, que dijo lo siguiente sobre el ascenso de Hitler y la Alemania nazi:
"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie a quien decir nada".
Rebelarse contra la injusticia es una obligación para quien pretenda ser solidario o simplemente humano.
Luis Melero tuvo una empresa, que le fue mal, y fue muy noble. Nada de esconder su patrimonio antes de declarar la quiebra y despedir a los trabajadores. Les estuvo pagando mientras pudo. Luego tuvo que trabajar en lo que encontró, además de escribir novelas. Y al final ocurrió lo peor. Lo cuenta Incitatus y va al final de su artículo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa frase de Terencio la dice mucho el Maestro Gustavo Bueno.

Anónimo dijo...

Ya había oído antes las palabras de Niemoller, pero no recuerdo dónde exactamente. es posible que en alguna película.

Un tipo valiente Luís Melero. Valiente y honesto. Quedan personas así (pero aún confío en que quedan)

¡Hasta pronto!

Anónimo dijo...

Quería decir que quedan pocas personas así, pero que aún confío en que las haya

Vicente Torres dijo...

Inchina, hay que leer el artículo de Incitatus, que, por otra parte, escribe muy bien. A Luis Melero hay que ayudarlo como sea, comprando sus libros, recomendándos, escribiendo a Incitatus, etc.
Luis Melero creo que tiene 62 años, por lo que nobleza ya la tiene incorporada a su personalidad de modo permamente. Pero no es fácil ser noble.

Leo García-Jiménez dijo...

Me viene a la memoria una escena de Luces de Bohemia, en la que un sepulturero dice a otro (escenas 14 y 15): "En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo"

Wallenstein77 dijo...

Hola a todos:
En España la envidia es la gran musa de muchos y los mediocres son quienes generalmente ocupan puestos de responsabilidad en la administracion. La gente verdaderamente preparada no se suele meter en politica, porque muchos de estas "grandes" cargos, lo son gracias a cuestiones de indole politica mientras que la gente valiosa y preparada, estan en el sector privado, salvo que no tengas mas remedio y te evitas que gente sin preparacion te diga como deben hacer las cosas a los profesionales de verdad. Luego suceden las desgracias que suceden.

Saludos a todos

Vicente Torres dijo...

Monsimon:
Creo que fue Borges quien descubrió en la Enciclopedia Británica, que el poema atribuido a Bertolt Brecht era de Martin Niemoller.

Vicente Torres dijo...

Antes se me ha olvidado este enlace:
http://www.upv.es/bin2/tauler?newsgroup=UPV.sindical&article=0000657&P_ESTILO=300&P_ID=c