viernes, julio 22, 2005

La Albufera

Gabriel Miró distinguía entre viajero y turista. Ya en su tiempo protestaba por la invasión del cemento. En la actualidad, la cosa ya no tiene remedio. Es cierto que a cambio de la degradación paisajística ha venido a remediar muchas penurias económicas. Pero algún tipo de freno debería tener, para que no resultara tan excesiva y caótica. Parece correcto que un inglés venda su casa en Inglaterra para comprar otra en España. Pero la moda de la segunda vivienda debió ser, por lo menos, combatida. En la mayor parte de los casos, es un lujo innecesario. A la mayoría de quienes la poseen les vendría mejor ir de vacaciones a un hotel, con lo que habría menos superficie construida. Pero los políticos prefieren fomentar la construcción, en lugar de lo contrario. Hoy, un artículo de la prensa valenciana comienza así:
La Fundación de Amigos de la Albufera y la Asociación para el Estudio y Defensa de la Naturaleza-Acción Ecologista-Agró han denunciado ante la Secretaría de Ramsar la actuación del Gobierno valenciano en el parque natural de la Albufera.
Probablemente, Pedro Grimalt, que explica las razones por las que la Generalidad ha concedido el permiso, tendrá razón y la construcción será total y absolutamente legal. De lo que ya no estoy tan seguro es de que sea necesario construir ahí. Y tampoco estoy seguro de que la Albufera logre sobrevivir a nuestra época.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí tampoco me gusta el desarrollo urbanístico de muchas de nuestras costas, pero no creo que tenga que ver con el tema de la compra de apartamentos por parte de turistas extranjeros, ni con la avalancha de turismo a las zonas costeras. Para mí el fallo lo han cometido los respectivos ayuntamientos, que en vez de controlar la construcción, no necesariamente para frenarla, sino para adecuarla a unos ciertos criterios que permitan la preservación del paisaje. Si se hubieran hecho las cosas con cabeza habría el mismo número de apartamentos y hoteles en la costa, y hubiera habido el mismo aúge económico, pero tendríamos un paisaje bonito.
UN saludo!!!