Guinea Ecuatorial fue una provincia española durante mucho tiempo. Desde 1968 es un país independiente, pero eso no significa que los españoles debamos desentendernos de él ni olvidarnos de su existencia. En estos tiempos en los que la solidaridad va de boca en boca, bueno sería que de vez en cuando recordáramos a quienes compartieron tantas cosas con nosotros. Los guineanos, desde el mismo momento de su independencia, sufren dictaduras atroces. Muchos de ellos han tenido que huir a España, en Valencia viven bastantes, por temor a que las iras dictatoriales caigan sobre ellos. Supongo que en los mares revueltos, por tantos y tantos intereses, muchas veces mezquinos, de la política internacional, es muy poco lo que el Gobierno español puede hacer. Pero acaso sí podría hacer algo más de lo que hace.
jueves, julio 14, 2005
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