viernes, julio 08, 2005

Terrorismo internacional

Ben Laden es el rostro de una organización terrorista, pero aunque muera Al-qaeda, probablemente, seguirá haciendo de las suyas. No se puede vencer al terrorismo usando sólo las armas policiales. Es necesario también que haya justicia.
El problema más grande no es Ben Laden, ni tampoco Al Qaeda, sino el estado de opinión que permite que encuentren tan fácilmente personas dispuestas a convertirse en terroristas.
La solución pasa, pues, por reinventar la ONU. Convertirla en un organismo con competencias sobre todas las naciones del mundo. Hacer que sus resoluciones se cumplan. Si la ONU dice que Inglaterra ha de abandonar Gibraltar, Inglaterra, sin demora alguna, abandona Gibraltar. Si la ONU dice EE.UU. debe abandonar Guatánamo, la resolución se cumple de inmediato.
La ONU debería luchar contra el hambre y la pobreza de modo decidido.
Este sería el único modo de llevar un hálito de esperanza a los corazones desesperanzados, con los que se nutre el terror. Este sería el modo de hacerles ver que se respeta a todos los seres humanos por igual.
Parece utópico e irrealizable, pero la amenaza terrorista es real y pretender vencerla de otro modo es ingenuo.

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