El ser humano a solas frente a su propia conciencia está perdido. Es en relación con los demás cuando recupera su equilibrio. Pero no todas las perspectivas son buenas para ver las cosas: Quien es capaz de vender su alma al diablo piensa que todos tenemos un precio. En el caso de las naciones ocurre algo similar. A nuestros vecinos del norte les gusta referirse a "la grandeur de la France", pero esa grandeur no les impidió cobijar durante años a los etarras. Si no lo hubieran hecho, hoy habría bastantes menos víctimas del terrorismo. Por nuestra parte, a los españoles, tan orgullosos también, nos ha faltado determinación para acabar con ETA, nos hemos acostumbrado a su presencia pensando, individualmente, en que a nosotros no nos iba a tocar. Y no sólo eso, sino que no atendemos debidamente a las víctimas del terrorismo y encima les exigimos que tengan una conducta ejemplar, cuando consentimos a los políticos que nos mientan y manipulen. También consentimos que apoye al gobierno de la nación un partido que aspira a romperla. Antes dejamos que ese partido creciera, porque no supimos estar atentos a lo que ocurre.
A los ingleses, el orgullo patrio les impide darse cuenta de que Gibraltar no puede ser más que español, pero no sólo no se contentan con ello, sino que con el propósito de salirse con la suya no tienen reparos en comparar la situación de Gibraltar con la de Ceuta y Melilla, como si el fin pudiera justificar los medios.La perspectiva con la que nos vemos unos y otros no es la adecuada.
El mejor modo de querer a la patria consiste en pensarla como algo perfectible, como un medio para solucionar los problemas y las injusticias. A mí no me preocuparía la división de España si se hiciera de un modo estrictamente justo y resultara beneficioso para todos. Pero no veo que las cosas vayan exactamente por ese lado. Y tampoco creo que la solución de los problemas planteados se consiga con la independencia de ninguna de las Comunidades Autónomas, puesto que lo que demandan los tiempos es la creación de Europa, para poder atender a problemas mucho más graves que los internos de España.
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1 comentario:
Uy, ¡cuántas cosas que comentar! :)
Bueno, yo me centraré en una. Creo que tienes razón, que no se está pensando de una forma justa y equitativa a la hora de intentar dividir España, todo se trata de una forma muy egoísta y a mí tampoco me convence.
Está bien que busquemos que se respeten las culturas, las lenguas, que busquemos mejorar nuestras regiones. ¿Pero sigue estando bien el buscar sólo nuestro propio bienestar sin pensar en las comunidades que han sido nuestras hermanas durante tantos años?
Hasta pronto
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