Desaparece Madrid Rock y todo parece indicar que dará paso a una nueva tienda de Zara. A Madrid Rock se le puede calificar de templo de la música. Hay que leer el artículo de Incitatus para comprender que calificar de templo a este comercio no es muy exagerado. ¿Cómo pueden los top-manta competir con gente tan competente como la de la tienda? ¿Cómo puede, quien pase por delante, dejar de entrar en un sitio así?
Este asunto me ha llevado a recordar que en el lugar en que está emplazado El Corte Inglés, en Valencia, ciudad en la que resido, antes hubo un monasterio y una iglesia. Pertenecían a las dominicas de Santa María de Siena. El convento, que estaba en muy mal estado, databa de finales del siglo XV, y la iglesia de principios del XVI. Ambos del estilo gótico tardío. El convento fue derribado y la iglesia, desmontada y trasladada piedra a piedra a su emplazamiento actual, frente al campo de fútbol del Levante, hoy felizmente en primera división.
Madrid Rock desaparece, no consta que vaya a abrir tienda en otro lugar y dicen que lo hace asfixiado por la competencia de los top-manta. Pero no puede ser que se vaya por las dos cosas. O es por el dinero de Zara, o es por los top.
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