sábado, marzo 26, 2005

Aumento de escaños en el Parlamento Valenciano

Los partidos estudian elevar el número de diputados a las Cortes Valencianas. Esta idea que en principio se apoya en la pretensión de equilibrar la proporción entre las provincias parece abusiva con respecto a los contribuyentes. La cuestión es que la tarea fundamental de los diputados consiste en votar lo que les mandan. En este sentido parece más correcto que el número de diputados se reduzca a lo imprescindible. Y por otro lado, su tarea tampoco resulta muy visible. Los políticos en el poder deberían ocuparse de desarrollar su programa y de vigilar que no tuviera fallos y de mejorarlo sobre la marcha, si es posible. Los de la oposición, de controlar que todo vaya bien y de idear iniciativas mejores. Pero nada de esto les produce beneficios. Un político que haga lo que se espera de él y que lo haga bien no consigue nada si cae mal a su líder. Como consecuencia, dedicará sus mayores esfuerzos a esto último. También se esforzará bastante en conseguir apoyos dentro de su partido. Y en su trabajo hará lo imprescindible. Siendo pues el votante el último en la lista de los intereses de los diputados no resulta muy correcto que se le pidan sacrificios dinerarios.

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