Se refiere uno de los editoriales de hoy de El País al Abuso de tarjeta. Creo que ello resulta muy apropiado en estos días en los que se viaja tanto. Las tarjetas ahorran mucho trabajo a las entidades financieras y evitan muchas colas ante las ventanillas, pero ellas, las entidades financieras, no se conforman con estos beneficios, sino que no cesan de inventar comisiones. El editorial se pregunta también por los motivos por los que unas empresas pagan más que otras por el mismo servicio. Y ahí entramos de lleno, también, en el negocio bancario, en el que se cobra a los pobres lo que no se puede percibir de los ricos. Hay libertad de comercio, pero eso significa que los Bancos y las Cajas pueden competir entre ellos, pero no los pobres con los ricos. Debería impedirse que un mismo servicio costara más según a quien se le presta. En los bares, el café vale lo mismo para todos. En los supermercados, un kilo de arroz vale lo mismo, independientemente de quien lo compre. En los Bancos y en las Cajas hay que negociar. Si se es pobre, no merece la pena intentarlo. No hay ningún partido político que aborde esta cuestión y quizá tampoco se hace en ningún lugar del mundo. No por ello deja de ser injusto.
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1 comentario:
Con esta denuncia me has llegado al alma. Ese alma que todos deseamos libre de comisiones bancarias. Es una verguenza que la banca tenga unos beneficios cada año mayores. Y los pobres no podemos negociar nada de nada. Ni siquiera tenemos fuerza para protestar, es como un pequeño y enano David contra un triple Goliat. Si es que en el fondo eres un comunista, jejeje
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