Yo no me ofrezco como mediador ante ETA. Lo que yo quisiera es que no hubiera existido jamás. Ahora bien, en el improbable caso de que el gobierno me lo pidiera y suponiendo, como es natural, que la contrapartida para la banda no supusiera ningún menoscabo para las personas decentes, aceptaría. Una cosa es ofrecerse y otra aceptar, haciendo de tripas corazón y contendiendo la náusea, el encargo.
Al final ha ocurrido lo que tenía que ocurrir, suponiendo que sea cierto que el fin de la banda ha terminado por llegar. Probablemente hubiera ocurrido mucho antes, pero resulta que si los etarras son canallas entre el resto del personal no abunda la beatitud. Hubo uno que habló del árbol y las nueces, pero luego son muchos los que con más o menos disimulo varean y tratan de rentabilizar electoralmente el fenómeno etarra, y también los hay que simplemente tratan de salvar el pellejo.
Quien ha vencido a ETA, o la vencerá, si todo lo actual queda en agua de borrajas, es la multitud pacífica.
Al final ha ocurrido lo que tenía que ocurrir, suponiendo que sea cierto que el fin de la banda ha terminado por llegar. Probablemente hubiera ocurrido mucho antes, pero resulta que si los etarras son canallas entre el resto del personal no abunda la beatitud. Hubo uno que habló del árbol y las nueces, pero luego son muchos los que con más o menos disimulo varean y tratan de rentabilizar electoralmente el fenómeno etarra, y también los hay que simplemente tratan de salvar el pellejo.
Quien ha vencido a ETA, o la vencerá, si todo lo actual queda en agua de borrajas, es la multitud pacífica.
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