Diserta Rafa Marí, en su columna, sobre la utilidad de las cosas y añade que en las relaciones personales, e incluso en el amor, está ocurriendo lo mismo. SE ha puesto de moda lo de usar y tirar. Desea que se debata el asunto y continuar el debate es lo que pretende este artículo.
Los sentimientos humanos también tienen utilidad. Sin ellos no nos podemos sentir personas. El problema consiste en que para ello hemos de hacer algún esfuerzo y nos hemos vuelto muy cómodos. Basta con apretar un botón para que el ascensor acuda a donde estamos. Con otro botón, se pone en marcha el microondas o la lavadora. Los trabajos son cada vez más mecánicos. Los centros de vacaciones lo dan todo hecho y en los viajes turísticos suelen estar organizadas todas las actividades. En las relaciones personales tiende a olvidarse el arte de la seducción, tal vez porque lo que prima ahora es lo que señala Marí, la utilidad del momento. Se prefiere la sumisión a la docilidad, porque la gente dócil suele tener ideas propias y estudiarlas requiere esfuerzo. Los teléfonos móviles nos proporcionan la seguridad de que con una llamada podemos recibir ayuda rápidamente. Tendemos a pensar que con las vacunas estamos a salvo de todas las enfermedades. Los políticos no hacen más que lanzar eslóganes y consignas y lo más preocupante es los electores las atienden. Vivimos tiempos de cambio, resulta evidente que vamos hacia la supresión total de fronteras, con un solo gobierno mundial y en lugar de mentalizarnos para ello y de tratar de acelerar el proceso, optamos por lo fácil, que es resistirnos al cambio y encerrarnos en los localismos.
RAFA MARÍ/
Santiago Grisolía defiende que el legadode Severo Ochoa permanezca en Valencia
Calle de las Víctimas del Terrorismo
María Claudia Faverio
Los sentimientos humanos también tienen utilidad. Sin ellos no nos podemos sentir personas. El problema consiste en que para ello hemos de hacer algún esfuerzo y nos hemos vuelto muy cómodos. Basta con apretar un botón para que el ascensor acuda a donde estamos. Con otro botón, se pone en marcha el microondas o la lavadora. Los trabajos son cada vez más mecánicos. Los centros de vacaciones lo dan todo hecho y en los viajes turísticos suelen estar organizadas todas las actividades. En las relaciones personales tiende a olvidarse el arte de la seducción, tal vez porque lo que prima ahora es lo que señala Marí, la utilidad del momento. Se prefiere la sumisión a la docilidad, porque la gente dócil suele tener ideas propias y estudiarlas requiere esfuerzo. Los teléfonos móviles nos proporcionan la seguridad de que con una llamada podemos recibir ayuda rápidamente. Tendemos a pensar que con las vacunas estamos a salvo de todas las enfermedades. Los políticos no hacen más que lanzar eslóganes y consignas y lo más preocupante es los electores las atienden. Vivimos tiempos de cambio, resulta evidente que vamos hacia la supresión total de fronteras, con un solo gobierno mundial y en lugar de mentalizarnos para ello y de tratar de acelerar el proceso, optamos por lo fácil, que es resistirnos al cambio y encerrarnos en los localismos.
RAFA MARÍ/
Santiago Grisolía defiende que el legadode Severo Ochoa permanezca en Valencia
Calle de las Víctimas del Terrorismo
María Claudia Faverio
1 comentario:
Que de acuerdo estoy con eso. Que mundo de comodidade mentales estamos creando. Ya ni siquiera se utiliza el razocinio mínimo de crítica. Aunque, a veces, la naturaleza nos avisa que sigue siendo la más fuerte: New Orleans y demás sutnamis...
Un abrazo
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