viernes, febrero 03, 2006

Poner los pelos de punta

Saber que la salud de una persona depende de una concejalía de una ciudad, que puede retirar la ayuda si lo cree conveniente, me ha puesto los pelos de punta.
El ser humano es solidario por naturaleza, porque a lo largo de la evolución se ha ido dando cuenta de que en cualquier momento puede necesitar la ayuda de otros.
Pero esa solidaridad tiene muchas excepciones. Hace unos días, publiqué una
entrevista con una superdotada, brillante en los estudios y con ocho años de oposiones a notarías, lo que supone una gran fuente de conocimientos, y un libro escrito, que va a ser publicado de inmediato. No obstante, tiene un empleo precario. La entrevista tiene como finalidad inducir al lector a que se dé cuenta de que hay una falla en el sistema. Pero la envidia se impone a la solidaridad. Son patentes la inteligencia y la constancia en el estudio de la protagonista. Pero se le supone gratuitamente, por parte de algunos lectores, que carece de inteligencia emocional. La Administración, consciente de que este campo no da votos, lo tiene abandonado. Pero todos ganaríamos si se detectara precozmente a los superdotados y se les orientara debidamente, para que desarrollasen sus habilidades en puestos para los que están capacitados.
También conté algunos
casos de acoso moral en el trabajo, asunto que la Adminstración también tiene olvidado, puesto que son muchos más los acosadores que los acosados, por cuyo motivo, tampoco se puede obtener rentabilidad electoral.
El caso de Eva Vilaplana o
Vanessa Jiménez ya clama al cielo, es extraordinariamente grave. Aquí ya no se trata de esa solidaridad que surge espontanea, sino que reclama hacer un esfuerzo adicional. ¿Cómo puede una sociedad que se precie dejar abandonados a algunos de sus miembros? Pues poder, puede. Y sin ningún cargo de conciencia. Pero hay personas de mucha valía cuya dignidad debería impedirles callar. Me refiero a Don Santiago Grisolía, Don Santiago Calatrava, Don Francisco Camps, Don Juan Ignasi Pla, por citar sólo a unos pocos.

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1 comentario:

Portobello dijo...

Un tema urgente de arreglar y al que los gobiernos no prestan, me temo, demasiada atención, cuando debería de ser la prioridad de todo partido, sea la que sea su ideología. Pena de casos. Muy estupendo recordarlos y nombrarlos. Un abrazo