En Occidente se impusieron unos valores que nos permiten vivir cómodamente. Pero no los tenemos debidamente sabidos, diríase que se han impuesto por inercia y de ahí que resulte tan fácil retorcer conceptos, como cuando se habla de paz, cuando resulta que lo que hay son terroristas y víctimas. No dominamos bien los conceptos, puesto que junto a ideas como libertad y tolerancia convive el egoísmo. Hemos acaparado vacunas contra la gripe aviar, sin darnos cuenta de que como mejor podríamos aprovechar esas vacunas es poniéndolas en donde la gripe va a entrar sin remedio.
Somos egoístas porque no nos damos cuenta de que junto a nuestro mundo hay otros mundos. O sí que nos damos cuenta, pero miramos a esos otros mundos con displicencia y menosprecio. Les dejamos llegar como inmigrantes y los consideramos de segunda categoría y ellos se vengan trayendo consigo su religión y sus costumbres, que les permiten considerarnos a nosotros como impuros. Hemos de darnos cuenta de que todos somos iguales, de que hay otras personas también capacitadas para disfrutar de nuestros modos de vida y hemos de hacerlo antes de que se nos tiren al cuello.
Somos egoístas porque no nos damos cuenta de que junto a nuestro mundo hay otros mundos. O sí que nos damos cuenta, pero miramos a esos otros mundos con displicencia y menosprecio. Les dejamos llegar como inmigrantes y los consideramos de segunda categoría y ellos se vengan trayendo consigo su religión y sus costumbres, que les permiten considerarnos a nosotros como impuros. Hemos de darnos cuenta de que todos somos iguales, de que hay otras personas también capacitadas para disfrutar de nuestros modos de vida y hemos de hacerlo antes de que se nos tiren al cuello.
También en Periodista Digital
2 comentarios:
Creo que la integración es cosa de todos, y a veces tengo la impresión de que ellos no quieren integrarse. No creo que haya integración total, pero hace falta respeto para convivir dos culturas con tan diferentes visiones, sino queremos matarnos unos a otros en total destrucción. Saludando
Querido Vicente, pondré un enlace a este artículo...
Publicar un comentario